Ella es un complemento perfecto tanto si decidiste visitar Nuwara Eliyarecordando a la campiña inglesa, como si has decidido quedarte en Haputale y disfrutar de las tierras altas con más sabor ceilanés.
Además, llegar hasta Ella es difrutar de un viaje tranquilo en tren acompañado de otros viajeros locales, disfrutar de los increíbles paisajes, montañas de té. Un tren a ritmo tranquilo te llevará hasta este pintoresco lugar.
Qué ver en Ella
Ella es un pueblo bastante pequeño, y desde luego es la meca del turismo en las Tierras Altas de Sri Lanka, con sus ventajas e inconvenientes.
Como ventajas podemos hablar de la infraestructura turística. Está mucho más desarrollada que en lugares como Haputale, pero claro, también resulta bastante más caro. Esta ventaja también puede ser un inconveniente, ese desarrollo en la infraestructura hace que lleguen muchísimos más viajeros. Por lo tanto no se puede disfrutar tanto de un lugar en un ambiente realmente local.
Otro de los inconvenientes es que el viajero no se encontrará en un remanso de paz al estilo de los otros dos lugares mencionados anteriormente, pero sí es un lugar de encuentro entre viajeros.
Al final, bares y restaurantes están totalmente enfocados al gusto del viajero, olvidando las delicias locales.
Little Adam’s Peak
Ella tiene un lugar increíble, el llamado Little Adam´s Peak. Pero que ningún viajero se equivoque, esto no es Adam´s Peak. Llegados a este punto, más de uno se preguntará qué es Adam’s Peak.
Pues bien, el Pico de Adán o Adam’s Peak como es conocido en esas latitudes es una montaña de una altura de 2.243 metros. Es un lugar de peregrinación de hindúes, musulmanes y budistas. La leyenda dice que la piedra que está en lo más alto y que tiene forma de huella pertenece al personaje bíblico Adán, que fue el primer lugar que pisó en la Tierra. Y es que Sri Lanka era considerada como el mejor lugar del mundo después del Jardín del Edén.
En lo más alto de ese pico también hay un santuario budista. Llegar hasta arriba del todo supone subir casi cinco mil trescientos escalones, un poquito en forma sí que hay que estar.
Pero como he comentado antes, no estamos en e Adam’s Peak, si no en el Little Adam’s Peak.
Si has llegado hasta la falda de este pequeño pico, estás de suerte, ya que no hay que subir esa gran cantidad de escalones, aunque sí unos cuantos. Si ha salido un día bastante soleado y caluroso, puede resultar algo cansado subir, pero no hay que preocuparse, cualquiera lo puede conseguir.
Merece la pena y mucho subir hasta lo más alto, pues la recompensa son unas vistas y un paisaje maravilloso, comparable al Lipton Seat de Haputale.
De frente nos vamos a encontrar una imponente montaña surcada con unas curvas imposibles. Estas curvas son las que pertenecen a la carretera que te conducirá hasta Tissamaharama. Resulta increíble mirar al frente y sentir la inmensidad de las montañas, mirarlas de tú a tú, sentir esa sensación de altura, de parecer que estás más cerca de tocar el cielo.
Si miramos hacia atrás también vamos a tener premio, y quizás un poco de nostalgia. Las vistas que nos regala el Little Adam’s Peak es el Lipton Seat, una pequeña mirada atrás hacia Haputale.
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El pueblo se pasea rápidamente, pero bien merece una parada en una terraza para contemplar dónde estamos, qué hacemos y hacia dónde vamos. Sí, este pequeño pueblo y remanso de paz, final de las tierras altas merece ser paseado. Quizás te encuentres con algún viajero que te pueda compartir sus experiencias por este maravilloso país.
Por supuesto, este pueblo está rodeado de té, su razón de ser, su belleza natural.
Cómo llegar hasta Ella
Se puede llegar en autobús, coche privado o tren. Nosotros fuimos en tren, y desde luego creo que no hay mejor manera y más bonita de llegar.
Disfrutar de los paisajes no tiene precio, y el billete de tren tiene un precio irrisorio. Nosotros hicimos el corto viaje desde Haputale, a penas duró una hora.
Desde allí nos dirigimos hasta Tissamaharama, objetivo; ver el esquivo leopardo.
Seguro de viaje Sri Lanka
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