El Castillo de Bran es una fortaleza medieval en un perfecto estado de conservación. Está situada en la localidad de Bran, a tan sólo 25 kilómetros de la ciudad de Brasov.
Se construyó en lo alto de una roca de 60 metros de altura, con unas vistas impresionantes a una ruta de montaña muy frecuentada entre Transilvania y Valaquia, territorio gobernado por Vlad el Empalador en el siglo XV. Su origen se debe a que el rey húngaro Luis el Grande promulgó en 1377 un decreto por el cual se autorizaba a los ciudadanos de Kronstadt (Brasov) el derecho a erigir un castillo.
El castillo es propiedad de los descendientes de la Reina María de Rumanía, que lo recibió en 1920 como regalo por sus esfuerzos de unir el país. En la actualidad, el Castillo de Bran es un museo dedicado a esta monarca.
Cuando llegas a los dominios del Castillo de Bran, este desprende un aura de misterio, que en gran medida se debe a sus torreones, la altura a la que se encuentra, y por supuesto, el mito y la leyenda de Drácula, creada por el escrito irlandés Bram Stoker.
Si viajas a Rumanía y a la región de Transilvania, visitar el Castillo de Bran es un paso obligatorio.
Bram Stoker, el Conde Drácula y el Castillo de Bran
Bram Stoker es el artífice del personaje Conde Drácula, novela de 1897, basado en el sanguinario Vlad Tepes Dracul, al que se le conocía como Vlad el Empalador. Esto es curioso, porque este escritor nunca visitó Bran, ni siquiera Rumanía. Y Vlad Tepes nunca vivió en el Castillo de Bran, aunque alguna leyenda lo sitúa allí, pero como preso en sus mazmorras.
Vlad Tepes era famoso por que le gustaba torturar a la gente y empalar a sus oponentes en el campo de batalla para disuadir a sus otros enemigos, sobre todo a los otomanos.
Qué ver en el Castillo de Bran
Pasear por sus pasillos, visitar las diferentes estancias, es toda una aventura, que en algunos casos, debido a las leyendas, a su historia negra, produce un poco de inquietud y merece muchísimo la pena.
Te cuento a continuación algunos de los lugares que ver en el Castillo de Bran.
Habitaciones de los Reyes
En las 57 habitaciones que tiene el castillo de Bran han pasado muchas cosas durante los casi ocho siglos de historia del lugar. Pero en la actualidad, las habitaciones mejor conservadas son aquellas en las que pasaron más tiempo tanto la Reina María como el Rey Fernando, donde se pueden ver muebles antiguos, una colección de armas y armaduras. Además de enseres de los dos monarcas.
La Reina María
Si hubo una persona que conoció como nadie más el castillo esta monarca. Era su hogar, se pasaba los días paseando por las diferentes estancias, conocía sus secretos, sus túneles y pasadizos. Amaba tanto el lugar que quiso ser enterrada en los jardines. Sus restos descansan en una capilla que se construyó en un acantilado cerca del Castillo de Bran.
Antiguo Pozo de Agua
En el patio del castillo hay una antiguo pozo de agua, pero sólo es decorativo, ya que en realidad, en su interior hay una cámara secreta que hacía las veces de escondite, diseñado en caso de invasión o asedio a la fortaleza.
Cuando la Reina María comenzó a hacer obras en el castillo amplió esta cámara secreta horizontalmente para que pasara por debajo del castillo y mandó construir un ascensor al túnel para poder descender sin necesidad de usar escaleras.
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Uno de los lugares que ver en el Castillo de Bran es la Sala de Tortura. Aprovechando la leyenda que cuenta que Vlad el Empalador fue encarcelado y torturado aquí, hay una exposición con instrumentos de tortura que ayudan a crear un ambiente más tenebroso si cabe. Los instrumentos de tortura que podrás ver son un potro, una doncella de hierro y una silla de tortura que tiene su superficie cubierta de pinchos.
La Escalera Secreta
Uno de los lugares que fueron descubiertos gracias a las tareas de reconstrucción que mandó llevar a cabo la Reina María en 1920 fue una escalera que hacía las veces de pasadizo secreto, detrás de una falsa chimenea. Parece sacada de una novela de terror.
Esta escalera secreta conecta el primer piso con el tercero, y sólo puede pasar una persona a la vez.
Cómo llegar al Castillo de Bran
La mayor parte de la gente que visita el castillo de Bran lo hace desde Brasov, aunque hay quienes deciden hacer una excursión de un día desde Bucarest. Esta última opción es buena idea si dispones de poco tiempo, y además quieres hacer una parada en Sinaia para ver el Castillo de Peles.
Puedes llegar al Castillo de Bran en transporte público.
Desde Bucarest
Deberás coger un tren hasta Brasov desde la Estación Norte de Bucarest. Tienes dos opciones, o un tren regional, que va más despacio o un tren convencional, que tarda menos. Recuerda, que puedes parar en Sinaia y luego continuar el trayecto. La duración es de algo más de tres horas. Puedes echar un vistazo a los horarios aquí.
Desde Brasov
Puedes ir hasta Bran en autobús desde la Estación 2 de Brasov. Hay autobuses cada media hora en ambos sentidos todos los días menos domingos y festivos que la frecuencia es cada hora.
Excursión organizada
Si no quieres complicarte la vida, o no dispones de suficiente tiempo, puedes reservar una excursión de un día desde Bucarest combinando el Castillo de Peles con el Castillo de Bran.