Christiania es, sin duda alguna, uno de los lugares más visitados de Copenhague. Y en cierto modo, tiene su sentido. No creo que sea algo habitual encontrar un barrio como este en el centro de cualquier ciudad del mundo. Y mucho menos con la historia que tiene detrás.
Pues bien, quizás lo primero sería conocer los orígenes de Christiania para entender un poco más sobre este curioso lugar.
Historia de Christiania
La historia de la Christiania que actualmente conocemos se remonta al año 1971, cuando unos padres del barrio de Christianshavn decidieron derribar un muro levantado que limitaba unos terrenos abandonados por el ejército danés.
A partir de ese momento todo cambió. Y más aún cuando un periódico local comenzó a hablar sobre las posibilidades del uso del esos terrenos.
Pronto se pusieron en marcha para crear una zona comunal. Fue cuando los terrenos se ocuparon con el fin de crear una ciudad libre y comunal en el centro de Copenhague.
No hubo gran oposición por parte del gobierno danés, dueño de los terrenos. Y fue en el año 1989 cuando el gobierno danés empezó a supervisar ese barrio de Copenhague en vez del ayuntamiento de la ciudad.
Christiania en la actualidad
Desde hace unos años las pretensiones son legalizar la situación de la comuna, por parte del gobierno danés.
Para conseguir la supervivencia de la ciudad libre de Christiania, sus habitantes han comprado ya gran parte de los terrenos, con la finalidad de seguir como están, pero legalmente. Pero la compra implica que los habitantes no pueden vender el terreno, si no que las ventas, de haberlas se hace de manera comunal. Es decir, la asamblea tiene que decidir.
Además, y eso lo verás cuando entres en esta ciudad libre, hay otros problemas más graves. Christiania es un lugar donde se pueden vender y consumir drogas blancas como la marihuana o hachis, y esto ha derivado en los últimos años, en la toma del inicio de la calle principal de Christiania por parte de mafias.
Sí, como lo oyes, mafias, y la redadas son más que habituales, de hecho, cuando llegamos nosotros, salían varias furgonetas de policía antidisturbios.
La asamblea de Christiania son los primeros que quieren quitarse de encima a esta gente que está haciendo difícil la continuidad de esta ciudad libre como la conocemos. Además, crean bastantes problemas de convivencia.
Otro de los problemas es la presión inmobiliaria. Christiania es un caramelo para los especuladores, y eso que en Dinamarca la especulación inmobiliaria está muy controlada por ley para evitar burbujas.
Pues bien, este conjunto de situaciones ha hecho que en muchas ocasiones se hayan generado disturbios entre los habitantes y la policía. En fin, ya veremos qué ocurre en Christiania en los próximos años. En cualquier caso, creo que es un lugar que no te puedes perder cuando visites Copenhague.
Qué ver y hacer en Christiania
Para llegar a Christiania tienes que llegar hasta la calle Prinsessegade, donde en seguida te encontrarás con el cartel que te indica que vas a entrar a Christiania.
Casa de skate
Esta casa pintada en rojo con decenas de grafitis es un curioso lugar, donde en su interior, sólo se practica el skate. Tienen una pista que es una pasada, y de forma continua hay gente haciendo sus trucos con sus tablas. También con patines en línea.
La verdad que es divertido pasar un rato viendo ese espectáculo, y claro, gratis.
Tienda de recuerdos de Christiania
Pues sí, hasta en Christiania se vende merchandisig sobre esta comuna. Hay una caseta que te encontrarás de frente, roja. Banderas, camisetas, bufandas, pegatinas, hasta delantales para cocinar. Y todo con sus tres círculos amarillos en horizontal y fondo rojo.
Así que si te quieres llevar un recuerdo, ahí tienes donde comprarlo.
Pusher Street
Esta es la zona más turbia del lugar, y lo vas a ver claramente. En casetas, encapuchados venden la marihuana, y se nota una tensión extraña, a diferencia del resto de Christiania.
Simplemente pasa, y eso sí, no hagas fotografías si no quieres meterte en problemas. Está indicado por todos los lados que está prohibido sacar la cámara a pasear.
También hay varios bares donde echarse una cerveza, a un precio bastante más bajo que en el resto de Copenhague.
Una vez que pasas esta Pusher Street, entras en la Christiania de verdad, esa comuna que un día pasó de ser un sueño a una realidad.
Almacén de construcción
Otro sitio que merece la pena una visita es un curioso almacén de construcción, al que no sólo van a comprar los habitantes de Christiania, si no muchos habitantes del resto de Copenhague.
Está lleno de restos de antiguas casas, y cuando hablo de restos, hablo de portones enormes y preciosos. De escaleras de caracol con bonitas filigranas, ventanas viejas, perfectas para restaurar.
En fin, un montón de cosas para construir una casa diferente, y a precios mucho más bajos.
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Las casas, donde habitan sus más de mil habitantes son auténticas joyas de la sostenibilidad. Este es un principio de las construcciones de Christiania.
El uso de materiales reciclados, madera, aislamientos para evitar un exceso de consumo de calefacción, y además, el uso de energías renovables y limpias.
Pasearse por las calles, jardines, casas de colores y madera. Plazas ajardinadas, en fin, como un pueblo, de hecho se respira limpio, como se respira en los pueblos.
Caminando, nos encontramos con una estupa al estilo más nepalí, como si de una de las que había en Katmandú, hubiera sido llevada hasta allí. Cualquier rincón, en Christiania es un rincón curioso.
Si buscas, hasta un picadero de caballos te puedes encontrar, además de un curioso museo muy colorido.
El lago
Hay caminos de tierra que te llevan hasta un enorme largo alargado. Al ser una zona que pertenecía al ejército danés, y además era usado para hacer maniobras, se creó este lago artificial.
Es una bonita estampa, más cuando ves en el otro lado del lago casas, parte de la ciudad libre de Christiania. Da envidia, mucha envidia, ver esas casas en un lugar tan idílico, en el centro de la ciudad de Copenhague.
Comer y beber
Dentro de Christiania hay varios lugares donde comer y beber, y además a precios realmente bajos comparado con el resto de la ciudad.
Así pues, después de un buen paseo por Christiania, una cerveza o una buena comida es un planazo, y a buen precio.
Cuando salgas de la Ciudad Libre de Christiania, un cartel te recordará que vuelves a entrar en territorio de la UE (Unión Europea).
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