Después de dos intensas semanas viajando por las dos regiones del Borneo malayo, Sabah, al este y Sarawak al oeste, me quedan sensaciones realmente buenas, y otras no tanto.
Empecemos quizás por esas sensaciones, llamémoslas negativas. Y sí, creo que son realmente negativas y que ponen en un peligro más que real ese paraíso que es Borneo, tanto a su increíble y
única fauna como flora. Hablo de las plantaciones de palma con el fin de conseguir aceite de palma.
Aceite de palma
Quizás hayas oído mil veces hablar de cómo estos cultivos están deforestando no sólo Borneo, si no otras zonas del sudeste asiático como la isla de Sumatra en Indonesia, la península malaya, Tailandia… Pero bueno, empecemos paso a paso, ¿Qué es el aceite de palma y para qué se usa? Esta es la primera pregunta que deberíamos hacernos y tratar de respondernos.
Aquí existe la paradoja de que tanto el aceite de palma como el de coco, han sido parte de la gastronomía de la región desde tiempos inmemoriables, así pues parecería que su uso en la cocina no es nocivo, y si lo han usado desde hace tanto, tampoco debería ser un problema.
El problema viene cuando la industria alimentaria occidental encuentra un producto como el aceite de palma, que una vez hidrogenado a partir de procesos industriales, consigue una consistencia y emulsión que no se encontraba con otros productos. A partir de ese momento toda la industria alimentaria, y también la cosmética, se lanzan a usar el aceite de palma como algo imprescindible en sus productos. Esa demanda disparada, hace que planten miles de hectáreas de aceite de palma, lo cual da muchísimo dinero a las grandes multinacionales que pertenecen a estos países.
Tanto es el dinero que da el aceite de palma, que los multimillonarios de la región, lo son en gran medida debido a esto. Si lo miramos muy centrándonos en la parte económica, se diría que es un negocio del que viven muchas familias de la región etc, y en cierto modo sí, pero… no es tan cierto. Las condiciones de trabajo en las plantaciones del palma son terribles, ningún tipo de medida de seguridad, nada, por no hablar de unos sueldos, por llamarlos de alguna manera, que no consiguen sacar de la pobreza a sus trabajadores.
Esto ha hecho, que lo grandes poseedores de miles de hectáreas de plantaciones de palma sean un lobby fortísimo con respecto a sus gobiernos y así conseguir leyes que favorezcan su negocio. También llevan a cabo campañas de persecución de activistas en contra de estas plantaciones en la región.
Entonces, ¿Cuál es el impacto medioambiental? Aquí son varios puntos los que harían a cualquier persona que no busque la riqueza inmediata a llevarse las manos a la cabeza.
Contaminación
Por un lado, la quema exagerada de jungla virgen para crear más plantaciones de palma es un verdadero problema de contaminación. La ciudad de Kuching, cuando se llevan a cabo, en las plantaciones de sus alrededores quemas, se convierte en una ciudad contaminadísima, con lo que eso supone para la salud de sus habitantes.
Hace un par de años, hubo en la Malasia continental y Tailandia problemas de concentración de partículas debido a la quema de campos en Sumatra… Y todo eso es muy perjudicial para la salud, de forma inmediata.
Extinción de animales
La expulsión y extinción de animales en Borneo es un hecho, un ejemplo es el rinoceronte, que ya ha dejado de existir en la isla. Con la destrucción del hábitat de los animales, estos huyen, pero a veces no tienen donde. Y en muchas ocasiones, los orangutanes son directamente asesinados a sangre fría para poder extender los campos de cultivo de la palma. El orangután sólo se encuentra en Borneo y Sumatra, y quizás dentro de diez años, ya no quede ninguno en libertad.
Deforestación
Esta situación ha hecho que se creen reservas naturales, como una especie de parche al problema, pero, qué ocurre? Pues que cuando se determina un lugar como reserva natural, todo lo que hay a su alrededor se devasta para convertirlo en campos de cultivo de palma.
Y aquí, algo de lo que no se habla mucho, pero que va a acabar con la isla de Borneo como la conocemos. La palma como se está plantando es como monocultivo, es decir, no hay más tipos de plantas ni nada alrededor, (el algunos casos helechos), por lo que los nutrientes y la riqueza de la tierra se va perdiendo, lo que lleva a los terrenos a que en unos años sólo valdrán para eso.
La falta de variedad de vegetación empobrece los nutrientes de la tierra, perdiendo su fertilidad, vamos, la antesala a la deforestación.
Lo peor de todo es que esto lo ves en todo momento en Borneo, cuando vas en carretera, el horizonte sólo son plantaciones de palma. En el avión, volamos de Tuwau a Kota Kinabalu, y de ahí a Kuching. Fue terrible, al menos la mitad de lo que se veía eran campos de palma. E incluso en lugares que en teoría son protegidos, como fue el río Kinabatangan, donde la jungla en muchos lugares parecía un atrezzo puesto justo delante de las plantaciones de palma… Simplemente terrible.
La gente de Borneo
Lo bueno de Borneo, que no es poco, puede empezar por su gente, de lo más amable y agradable que me he encontrado. Una maravilla, realmente gente que merece mucho la pena, habladores, dispuestos a echarte una mano en cualquier momento.
Semporna, paraíso del buceo y snorkel
El archipiélago de Semporna, uno de esos paraísos que esconden las islas de esta zona del planeta, el sudeste asiático. Llegamos hasta Mabul y Kapalai, imágenes como las de las postales, pero con algunos peros…
Plástico en el mar
El plástico, está presente en cada esquina, es exagerado. En la isla de Mabul esto se debe principalmente a que su población siempre han arrojado la basura al mar, pero antes eran cocos, plátanos, hojas, vamos cosas biodegradables, y ahora hacen lo mismo, pero con el plástico. La labor de concienciación es dura, y por eso te encontrarás haciendo snorkel muchos plásticos. Trata de recogerlos y llevarlos de nuevo a la isla. Hay barcos que se dedican a recoger el plástico y residuos de las islas para llevarlos a tierra firme.
Tengo que decir que es la primera vez en mi vida que hago snorkel y me encuentro plástico. También está en tu mano no llevar nada de plástico a las islas, para que nada se quede allí. Utiliza botellas de agua reutilizables, no compres snacks, que además de estar envasados en plásticos, todos llevan aceite de palma… Al final, las soluciones están en nuestras manos si tratamos de concienciarnos.
Si vas a ir a Semporna, antes, intentar que la gente local te cuente cómo está el tema de la piratería. Desde el 2016 no ha habido incidentes, y gracias a la participación de patrulleras de los ejércitos malayo, indonesio y filipino, así como los militares y policías que están en las islas, a día de hoy no hay peligro en ir, o al menos esa fue nuestra experiencia. Pero ya sabes que este tipo de situaciones pueden cambiar, así que lo más razonable es que preguntes una vez estés en Borneo.
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Caminar por una jungla virgen fue espectacular, los sonidos constantes de animales, insectos, tanto de día como de noche. Navegar por el río Kinabatagan también lo fue.
Animales
Ver a los proboscios, esos primates con una nariz enorme, pero por otro lado tan tiernos y tranquilos, a diferencia de la mafia de la jungla, los macacos. En fin, que la naturaleza en los lugares donde aún está protegida, en Borneo, es espectacular.
Y si hablamos de la región de Sarawak, lo tenemos que hacer de su joya de la corona, el Parque Nacional de Bako, una auténtica pasada, llena de trekkings por la jungla, playas preciosas (está prohibido bañarse por la presencia de cocodrilos, aunque nosotros no vimos ninguno), y de nuevo, los animales salvajes que viven dentro del parque. Es un lugar al que ir sí o sí si se visita el Borneo malayo.
Kuching
La ciudad de Kuching, cuyo nombre significa Gato en malayo, nos sorprendió muy agradablemente. Su gastronomía, tranquilidad y una historia sorprendente a sus espaldas. Desde luego se merece una tranquila parada.
Más naturaleza
Sin olvidarnos de que estamos en un lugar donde la naturaleza es la auténtica protagonista, nos acercamos hasta el volcán inactivo de Santubong, y disfrutamos del calor y la humedad de un trekking por él.
Me quedo con lo bueno, la naturaleza salvaje, los paisajes preciosos, la gente y su gastronomía, pero no hay que perder la conciencia de lo que está sucediendo, y de alguna manera poner de nuestra parte para intentar parar la barbaridad que está sucediendo en Borneo.
No al aceite de palma
Es tan sencillo como no consumir productos que contengan aceite de palma, que además suelen ser nada saludables, como los snack salados, patatas fritas, toda la bollería industrial, incluidas las galletas. Hay productos que no contienen ese aceite de palma, así que si no quieres dejar de consumirlos, hay alternativas, y cuestan lo mismo. Tienes que fijarte en las etiquetas de los envases, si pone que entre los ingredientes hay “aceite de palma”, “extracto de palma”, “manteca de palma” o similares, son maneras que tiene la industria alimentaria para tratar de “engañarnos” con el contenido de sus productos.
En fin, que Borneo es una maravilla y deberíamos hacer todo lo posible para que siga siendo una maravilla y disfrutemos de él y de su gente.
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