El Parque Nacional de Coiba se encuentra muy cerca de Santa Catalina, es más, si quieres llegar hasta allí, tendrás que hacer parada en este tranquilo pueblo de surferos.
Esta isla, Coiba, sigue siendo, por suerte, un paraíso por varios motivos. El principal es que hasta hace poco, en el 2004, hubo una prisión. De modo que sólo prisioneros y carceleros habitaban la isla.
La prisión
Esta prisión en una isla remota, de difícil acceso, no perdió su condición de paraíso de la naturaleza, y adoptó el de infierno en la tierra para sus habitantes.
La historia de esta prisión en la Isla de Coiba se remonta a principios del siglo XX, más concretamente al año 1919. En un principio este fue el destino de los peores y más peligrosos criminales de Panamá.
Pero con la dictadura de Noriega, esta cárcel dio paso a otro tipo de presos, los contrarios al régimen de este dictador. Lo que ocurrió allí fue terrible, ya que estos presos políticos eran torturados, descuartizados, y en algunos casos, sus restos se les daba a los tiburones que hay alrededor de la isla.
A estos presos les llamaban Los Desaparecidos, puesto que una vez se dirigían allí, no se les volvía a ver. Simplemente terrible.
Patrimonio de la Humanidad
Pues desde el año 2005, esta isla fue declarada Patrimonio de la Humanidad, y es que no es para menos. Coiba es la tercera reserva marina más grande del mundo, después de la Gran Barrera de Coral y las islas Galápagos de Ecuador, ni más ni menos. Razón más que de sobra para visitarla.
Las costas de las islas de este Parque Nacional se conservan en su estado natural. Y tengo que decir que eso fue algo que nos impresionó. Ver durante el trayecto desde Santa Catalina hasta Coiba, una costa virgen. Algo que pensábamos haber visto en nuestro viaje anterior a Borneo, y que no fue así.
De modo que en Panamá nos resarcimos y pudimos ver zonas vírgenes, donde la mano del hombre no ha intervenido. Y eso fue una auténtica gozada.
El Parque Nacional y las islas que lo componen, la más grande es la Isla de Coiba, son un auténtico santuario marino y de la biodiversidad.
En cuanto a los bosques, nosotros estuvimos en el bosque tropical de la Isla de Coiba. Salvo el camino que atraviesa la isla, se veía todo totalmente virgen. Bien es cierto, que donde está la antigua prisión, bueno, lo que queda de ella, esa imagen idílica se debe diluir. Y digo esto, porque nosotros no llegamos a ver la prisión.
Disfrutamos de un breve paseo por una zona virgen, y además, pudimos ver y oír a un mono aullador, avisándonos que estábamos en su territorio.
Snorkel y buceo en Coiba
Nosotros hicimos snorkel, ya que llevamos unos años sin bucear, no nos apetecía hacer el refresco. De todos modos, siempre digo lo mismo, si el buceo es excelente, el snorkel lo es también.
Y es que la riqueza de Coiba no está tanto en la superficie, como en las aguas donde se haya. La biodiversidad marina es increíble, eso sí, hay algunas especies que sólo vas a poder ver en algunas épocas del año.
Hay tiburones ballena y tiburones tigre que no vimos. Los primeros, porque no era época (estuvimos en Noviembre), y los segundos no aparecieron, también creo que no nos llevaron donde suelen estar.
Pero sí nadamos e hicimos snorkel con tiburones de punta blanca. Más de una docena nadando debajo de nosotros. Mantas raya, y tortugas verdes, una auténtica maravilla. Verlas nadar, su movimiento, lentitud pero seguridad me recuerda a la forma de correr que tienen las jirafas.
Además de todo esto, que no es poco, vimos decenas de peces de colores, un fondo marino prístino, una auténtica gozada. Y hay que decirlo, limpio de plástico, lugares así cada vez son más difícil de encontrar. Eso era lo que esperábamos ver en el archipiélago de Semporna, Malasia. En Mabul y las islas de alrededor, pero sacamos mucho plástico del mar. Esta vez absolutamente nada.
Visitar Coiba
Si quieres ir por tu cuenta a Coiba, olvídate, tienes que hacerlo con algunas de las agencias de Santa Catalina.
Los motivos por los que no puedes ir por tu cuenta son varios. Por un lado, entras en un Parque Nacional, y vas a tener que registrar tu entrada. Pero además, para llegar, tienes que hacerlo en una barca fueraborda, y tardar alrededor de hora y media. Si lo haces por tu cuenta, te va a salir muy caro.
Nuestro viaje a Coiba tuvo varias visitas.
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Atravesamos la Isla de Coiba en unos 5o minutos. Un trekking muy tranquilo, y como he dicho antes, vimos un mono aullador. Además, estos monos, son endémicos de la isla, por lo que no los verás en ningún otro lugar del mundo.
El paisaje es salvaje, y a mi personalmente, me encantó estar en un lugar así. Sin explotar por el ser humano, casi intacto, casi.
Isla Granito de Oro
Una pequeña mota de oro, por el color de la arena, en medio de unas aguas cristalinas. Ese fue el escenario de nuestro primer snorkel. Y nada más entrar en el agua, vimos las primeras tortugas verdes, de tamaños enormes.
Una cosa que no he comentado, es que, Coiba es una isla donde desovan las tortugas, pero no tuvimos la suerte de ver ese espectáculo.
También nadamos con peces de todos los colores, preciosos, peces espada. Y sobre todo un coral vivo, sano, en unas aguas prístinas.
Centro de Visitantes
Aquí hicimos una parada para comer. En esta parte de la isla, hace unos años había alojamiento donde los visitantes podían pasar la noche. Por suerte, y para poder limitar el impacto del turismo sobre este privilegiado y delicado ecosistema, está prohibido pasar la noche en el Parque Nacional, excepto para los guardas y los científicos que están allí.
En este Centro de Visitantes tiene otro habitante de lujo, Tito, el cocodrilo Tito. No lo vimos, pero varios carteles nos avisaban que tuviéramos cuidado, ya que es zona de cocodrilos, y uno de ellos es Tito.
Coco Dos
Este fue otro punto de snorkel, y desde luego el mejor. Aquí fue donde nadamos haciendo snorkel con tiburones de punta blanca. Fue increíble ver una docena de tiburones a unos cuatro metros por debajo de nosotros nadando en círculos.
También nadamos con mantas rayas, tortugas verdes, y millones de peces de colores. De nuevo, el coral estaba intacto, una gozada.
Sin duda este snorkel lo disfruté muchísimo, pero aún quedaba más. Llegamos haciendo snorkel hasta una playa de postal, la de Isla Ranchería.
Isla Ranchería
Esta isla es un paraíso, si me dejan una tienda de campaña, allí me quedo a pasar unos días a lo Robinson Crusoe.
Llegamos nadando, y nos dimos una vuelta por su interior. Todo eran palmeras, y manglar. Y dentro del manglar vimos un cocodrilo, agazapado entre las raíces. Vimos sus ojos asomando, y gracias a que el agua estaba limpísimo, se podía ver la silueta de este cocodrilo. Quizás fuera familiar de Tito.
Esta Isla Ranchería invitaba a nadar, y bueno, a bebernos un coco y su carne. Qué rico, recién caído de la palmera, fresco fresco!!!
Y como esta isla es un paraíso, y los investigadores lo saben, hay una pequeña comunidad de científicos del Instituto Smithsonian, qué envidia me dan!!
A partir de las 4 de la tarde volvimos hasta Santa Catalina. Al tardar alrededor de hora y media, se sale pronto para evitar que se haga de noche por esas aguas.
Alojamiento en Santa Catalina
Hay tres lugares en Santa Catalina donde encontrar alojamiento.
Por un lado está el área del pequeño pueblo y junto a la playa de Santa Catalina. Allí es donde te deja el autobús que llega de Soná. Hay bastantes opciones, pero ninguna de ellas con vistas al mar.
Como dije un poco más arriba, la zona de la Playa Estero también cuenta con varios alojamientos. Entre ellos, uno que está en la misma playa con cabañas que miran al mar. Levantarte por la mañana y disfrutar del sonido del mar no tiene precio. El Oasis Surf Camp es una muy buena opción para alojarse en Estero. Puedes echar un vistazo a la disponibilidad, precio y fotos en el siguiente enlace, Oasis Surf Camp.
Nosotros nos quedamos a medio camino entre la Playa de Santa Catalina y la Playa de Estero, en el Surfers Paradise.
El sitio nos gustó mucho, con ambiente relajado, impresionantes vistas al mar, cuatro perros que nos saludaban cada mañana, y cada rato que estábamos allí.
E Ítalo, el dueño del lugar, junto a su mujer fueron unos grandes anfitriones. Puedes echar un vistazo en este enlace sobre este alojamiento, Surfers Paradise, simplemente nos encantó.
Si quieres ver otras opciones para quedarte en Santa Catalina, puedes echar un vistazo a este enlace, Alojamiento en Santa Catalina.
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Tengo muchas ganas de visitar coiba. No sé si cuatro días yendo y viniendo se hace muy pesado. Pero mínimo dos días de buceo y uno de snorkel me gustaría hacer.
Es una lástima que no tuvieras una cámara subacuatica para documentar todo lo que dices que viste. Estás seguro de que viste manta rayas? O eran rayas comunes? Las primeras son mucho más difíciles de ver y más aún haciendo snorkel.
Un saludo
Hola Juan,
La verdad que Coiba es un lugar espectacular, y sí que es una pena que no tuviera una cámara subacuática en ese momento. El guía que llevamos nos dijo que eran mantas rayas, no sabría diferenciar la una de la otra. Espero que disfrutes mucho de Coiba. Ya nos contarás qué tal la experiencia.
Saludos!!
Hola de nuevo:
Vengo de pasar dos días en isla coiba haciendo seis inmersiones de buceo y pese a que ahora no es temporada de nada (ni tiburón ballena, ni martillo, ni ballena, ni manta raya) si se pueden ver tiburones punta blanca a decenas, móbulas (o rayas diablo), rayas comunes y si tienes algo de suerte (yo la tuve) el tiburón toro también está todo el año. El tiburón tigre es muy muy difícil de ver. Igualmente, fue muy útil el post y te agradezco mucho que la información.
Un saludo
Hola Juan,
Me alegro un montón que disfrutaras con las inmersiones en Coiba y que hayas podido ver tanta fauna marina sin ser temporada. Coiba es una pasada.
Saludos!!
Con qué “compañía” hicistes el snorkel a coiba?
Hola Sara,
No recuerdo el nombre de la empresa con la que hicimos el snorkel en Coiba. Pero fuimos allí porque el dueño del alojamiento donde nos quedamos, Surfers Paradise, nos indicó que fuéramos de su parte puesto que son amigos. De todos modos, el sitio en cuestión se ubicaba junto al restaurante El Encuentro, en la calle principal que baja hasta la playa de Santa Catalina. Creo recordar que el nombre de la persona que lo llevaba es Rogelio, pero no te lo puedo asegurar… Se me ocurre, que si vas a Santa Catalina, puedes acercarte hasta el Surfers Paradise, y hablad con el dueño, Ítalo. Él os puede indicar.
Saludos!!