La capital de Armenia, Ereván, es una de las ciudades más antiguas sobre la faz de la tierra, y es que desde su fundación el 723 a.C hasta ahora, siempre ha estado habitada.
Cuando por primera vez conocí de la existencia de Yereván, en castellano Ereván, hace más de una década, no dejaba de impresionarme la lejanía de un lugar así. Y toda la historia que arrastraba. Imaginaba un lugar donde los vestigios del pasado estuvieran ahí, una Roma en el Cáucaso, un Estambul donde los imperios y épocas remotas de la historia hubieran dejado su impronta en la ciudad. Un lugar único, diferente.
Y realmente me encontré con un lugar único y diferente, pero de la impronta del pasado, sólo queda una mezquita persa del siglo XIX.
Pues sí, de la antigua Ereván no queda absolutamente nada, y es que en menos de cien años, esta ciudad pasó de ser una ciudad cosmopolita donde diferentes religiones, culturas y nacionalidades (no hay que olvidar que está en la Ruta de la Seda) convivían. Ciudad famosa por sus baños turcos, por sus casas tradicionales, pues siento decirte, que de eso no queda ya nada.
La ciudad sufrió un cambio absoluto, un olvido de su pasado, tanto, que hasta actualmente, sus propios habitantes entienden que acabar con el pasado de su ciudad, es como acabar con su memoria, su cultura, su idiosincrasia.
Todo fue el resultado del fin de la Primera Guerra Mundial, cuando las fuerzas del imperio otomano, sedientas de conquistar esta ciudad, llegaron hasta casi sus puertas, se quedaron a tan sólo siete kilómetros de esta. Y no fueron los otomanos los que se hicieron con el control de la ciudad, sino que dos años más tarde, el ejército soviético tomó la ciudad y el país, convirtiéndolo en un estado satélite, en otra república soviética.
Los soviéticos convirtieron a la ciudad en un lugar cultural y científico de primer orden, pero acabaron completamente con la fisionomía de la ciudad.
El arquitecto armenio Alexander Tamanian fue el que diseñó como sería la actual capital de Armenia, y dentro de su diseño no cabían antiguas iglesias, bazaras, mezquitas, caravasares, baños y en fin, todo lo que había hecho de Ereván, la ciudad que era.
El epicentro de su diseño fue el edificio de la Ópera, y a partir de ahí, grandes avenidas, con edificios sobrios y rectilíneos conformaron lo que es la actual Yereván.
Si hay algo que, al menos, la diferencia, es el color rosa de la piedra que predomina en casi todos los edificios, gracias a la piedra utilizada, la toba armenia.
Por su puesto, el Monte Ararat sigue ahí, aunque ya no pertenezca a Armenia, siempre será su monte sagrado, si nadie les borra su pasado.
Qué ver en Erevan en un día
El centro Cafesjian, La Cascada
Quizás sea uno de los lugares más visitados de la ciudad, y esto se debe básicamente a un par de cosas.
Por un lado, la llamada Cascada y el inicio de su “ascensión” es una auténtico museo al aire libre, con esculturas de artistas tan renombrados como Botero, una delicia pasear por un lugar así.
Pero no sólo es este jardín inicial, si no que conforme vas subiendo escaleras, ese museo al aire libre continua con más esculturas que, algunas llaman realmente la atención por su disposición, por el motivo de la escultura y por el blanco mármol de todo el conjunto.
Sin olvidar los khachkar, esas cruces labradas en piedra que puedes encontrar en cada uno de sus innumerables monasterio-fortaleza por todo el país y que están declaradas como Patrimonio de la Humanidad.
Además, este centro ofrece en cada uno de los rellanos de esta escalinata al cielo, o más bien, a los barrios altos de la ciudad, en total cinco salas de exposiciones de entrada gratuita.
La historia de este centro tiene bastante que ver con el estado actual de la ciudad, y con esto me refiero a la época soviética y sus planes de transformación urbana de la ciudad. Y es que fue en los años 20 del siglo pasado por el mismo arquitecto, Alexander Tamanian, cuando se diseño este centro, que nace en la parte trasera del edificio de la Ópera. Pero no fue hasta principios de los ochenta cuando se empezó a construir, pero un terremoto en el año 1988 hizo que las obras se pararan, obviamente había otras prioridades mucho más importantes.
Fue un americano de origen armenio, Gerard Cafesjian, quien aportó la suficiente cantidad de dinero para continuar con esta megalómana obra. Hoy en día aún no está finalizada, y se pueden ver cómo parece que poco a poco van avanzando los trabajos.
Y por encima de la escalinta que está terminada, hay una enorme estructura de hormigón, el mejor mirador de la ciudad sin duda alguna. Hay que decir, que esta obra también da acceso a los barrios más altos de la ciudad, así que en medio de tanta megalomanía, se ha hecho un aprovechamiento para los ciudadanos de Ereván.
Si hay algo que tienes que hacer sí o sí en Ereván, es visitar La Cascada cuando atardece. Verás como poco a poco van cambiando las tonalidades rosadas de esa piedra tan armenia. Y de fondo, si las nubes no te lo impiden, verás cómo el color naranja se va apoderando del omnipotente monte Ararat.
Madre Armenia
Si Georgia, el país vecino cuenta en Tblisi, Tiflis es castellano, su propia Madre Georgia, en Ereván te puedes encontrar con una enorme estatua de la llamada Madre Armenia.
Pretende enviar la Madre Armenia con una espada en su mano un claro mensaje sobre su el pasado del país, invasiones, imperios y el propio genocidio, diciendo que ahí está para preservar la nación armenia y la vida de sus ciudadanos.
Ópera y sus jardines
La plaza donde se encuentra la Ópera es la llamada Plaza de la Libertad. Y fue justo esta Ópera el inicio, el epicentro del cambio radical de la fisionomía de la ciudad. A partir de ahí, se empezaron a construir grandes avenidas, eliminando cualquier vestigio del pasado que se opusiera a la planificación de ciudad soviética.
El edificio de la Ópera es imponente, gris, rodeado de un parque bastante animando. Lugar de recreo para los habitantes de la ciudad. Es como un pequeño retiro fuera del tráfico, bastante infernal de la ciudad. Hay varias terrazas y bares donde disfrutar de una cerveza rodeado de un mundo verde.
Northern Avenue
Northern Avenue es la calle comercial más importante de la ciudad. Es una avenida enorme, y lo mejor de todo, peatonal. Tiene un centro comercial subterráneo, y a pie de calle están las tiendas de las marcas más caras e internacionales. Debido al gran tránsito de peatones, es habitual, sobre todo por las tardes ver alguna actuación callejera, jóvenes bailando danzas tradicionales, etc.
Esta calle quizás se el lugar más fotografiado de la ciudad, junto a monte Ararat desde La Cascada. O quizás esta sea mi impresión, ya que es la imagen que tenía en mi cabeza antes de llegar a la ciudad.
Obviamente, esta es la calle más cara de Ereván, y tomarte algo en cualquiera de sus restaurantes o bares, te va a salir muchísimo más caro que en otro lugar de la ciudad.
Mezquita Azul
La Mezquita Azul es la edificación más antigua de la ciudad, pero olvida encontrar una mezquita del siglo XV, no, ni mucho menos. Data de finales del siglo XVIII y tiene un marcado estilo persa, más bien parece llevarte a lugares lejanos de la Ruta de la Seda como Samarcanda o Khiva (la ciudad que inspiró el libro de las Mil y Una Noches).
Sus azulejos azules, blancos y amarillos, así como la bóveda azul celeste la hacen inconfundible.
Esta mezquita, como el resto de las mezquitas que había por la ciudad, fue clausurada durante la época soviética. Y no fue hasta la década de los noventa cuando el gobierno iraní hizo una importante inversión para recuperarla.
Lo mejor de esta mezquita es que se encuentra en un recinto privado, lejos de los coches (sí, en Ereván hay bastante tráfico), y resulta ser un lugar bastante tranquilo, con sus jardines y ausencia de ruido.
Suele abrir hasta las 18:00, pero nosotros llegamos un poco más tarde y pudimos entrar en el recinto sin ningún problema. La entrada es libre, eso sí, no tienes acceso al interior de la mezquita.
Plaza de la República
Si la Ópera es el epicentro de la ciudad, la Plaza de la República, enorme, es el centro de concentración y reunión de los habitantes de la ciudad. Ambas plazas, la de La Libertad (donde se encuentra la Ópera) la Plaza de la República, están conectadas por la Northern Avenue, imposible perderse.
Los edificios que flanquean la plaza son de estilo estalinista, parece obvio que la influencia soviética, más bien protectorado o región periférica de la URSS, quiso dejar claro quien mandaba allí, la cultura que ofrecería la ciudad y por su puesto la impronta de su estilo arquitectónico.
Tiene además, esta plaza, las famosas fuentes musicales.
La verdad que un paseo desde esta plaza hasta lo más alto de La Cascada es quizás lo más renombrable de Yereván. Sin olvidar la visita a la Mezquita Azul.
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Edificio que se encuentra a las afueras de la ciudad y de aspecto bastante llamativo, es una exposición permanente sobre uno de los mayores holocaustos de la historia reciente de la humanidad.
Se expone toda la información relativa al Genocidio Armenio que llevó a cabo el imperio Otomano después de la Primera Guerra Mundial, entre los años 1915 y 1922.
Nosotros no llegamos a ir a este lugar, se encuentra a las afueras de la ciudad, pero en cinco-diez minutos puedes llegar si coges un taxi, quizás la forma más rápida, aunque más cara (pero barata para tu bolsillo). Es bastante probable que haya mashkrutas que te lleven también hasta el Memorial, pero esta información es casi mejor que la consigas una vez estés en la ciudad.
Pasear por la ciudad
Realmente, Ereván no es una ciudad que dé mucho más de sí, no es como Tblisi, una ciudad de la que poco habíamos oído hablar, pero de la que nos llevamos una gratísima sorpresa, bonita, verde, un centro histórico lleno de historia, conservado.
Pero pasear por uno de los asentamientos humanos más antiguos sobre el planeta también resulta atractivo. Un día es más que suficiente para recorrer la ciudad.
Alojamiento en Ereván
Ereván ofrece una ilimitada cantidad de alojamientos para todos los bolsillos, desde los hoteles más caros hasta las Guest House, que suelen ser regentadas por familias armenias.
Nosotros nos quedamos en el Bridge Hostel Yerevan, en la calle Khanjyan, a tan sólo diez minutos andando de la Plaza de la República. La verdad que la ubicación es muy buena, pues estás cerca de todo lo visitable de la ciudad, la familia que lo lleva es muy amable y dispuesta a ayudar en todo lo que sea, indicándote cómo ir a los lugares de la ciudad. Cualquier duda que tengas ellos encantados te la resolverán.
La casa es enorme, con un salón gigante que tiene hasta un piano de cola negro. Y las habitaciones también son grandes. Dispone de una terraza donde desayunar muy agradable, además de balcones que dan a la calle.
Además, al no estar en todo el centro, si no muy cerca, te vas a encontrar restaurantes con comida típica armenia realmente buena y de calidad, más barato que en la zona de la Ópera, Northern Avenue o la Plaza de la República. En estas zonas no te recomiendo que comas, nosotros lo hicimos y nos salió muy, pero que muy caro. Sin embargo, cerca de este Bridge Hostel Yereván, cenamos genial por poco dinero.
Puedes ver la disponibilidad, precio y fotos de este alojamiento en el siguiente enlace, Bridge Hostel Yereván.
Si prefieres ver otras opciones echa un vistazo al siguiente enlace, Alojamiento en Ereván.
Seguro de viaje Armenia
Si viajas a Armenia no te olvides del seguro de viaje. Son muchas las situaciones inesperadas y desagradables que pueden ocurrir, un resbalón, una caída que te puede llevar a un centro hospitalario, cuyo precio se puede elevar bastante.
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Por favor, rectifica, el genocidio armenio no fue después de la segunda guerra mundial, después de la primera. Por lo demás, todo muy bien.
Hola Rafael,
Muchas gracias por avisar del error… ya está corregido.
Saludos!!