Te contamos qué ver en Tiflis, la gran revelación del viaje a Georgia y Armenia, en base a nuestra experiencia en la ciudad.
No teníamos grandes expectativas sobre la ciudad, sabíamos que se hablaba bien de ella, pero lo que vimos y lo que disfrutamos nos resultó una gran sorpresa muy agradable.
La ciudad tiene un tamaño perfecto para ser paseada sin necesidad de otro medio de transporte que no sean tu piernas. Los lugares que ver en Tiflis no están lejos unos de otros, y puedes encadenar uno, otro, etc… La verdad que se hace todo muy sencillo en Tiflis.
Además, tiene un pasado increíble, y un presente muy prometedor. Debido a su situación geográfica, en el Cáucaso, era parada obligada para las caravanas de la Ruta de la Seda, por lo que la mezcla de culturas, razas, etc se hace muy presente incluso hoy en día. Y los vestigios de la Ruta de la Seda te hacen acordarte de Marco Polo, y pensar en otros destinos… Uzbequistán…
La Plaza de Meidan es una mirada a ese pasado de la Ruta de la Seda con su Bazar
Pues después de patearnos la ciudad, nosotros recomendaríamos dos días para disfrutar plenamente de Tiflis, aunque en un día, también da para ver mucho. Pero si dispones de tiempo, no dudes en quedarte un par de días.
Qué ver en Tiflis
La capital de Georgia, como toda Europa, ha sido objeto de guerras, invasiones, devastaciones por parte de los persas, bizantinos, árabes, mongoles, otomanos. Pero la influencia rusa sobre Georgia, y Tiflis, en los dos últimos siglos, hizo crecer el país tanto políticamente como económicamente.
Nosotros dividiríamos la ciudad en dos bloques, la Tiflis más antigua y la ciudad más moderna. La primera ligada a la Ruta de la Seda y la segunda, a la influencia rusa.
La Vieja Tiflis
La Vieja Tiflis conserva un centro histórico precioso. Es una ciudad vieja donde la mezcla de culturas, religiones y nacionales llegaron a compartir el día y la noche.
Esta mezcla de culturas y religiones, fue a causa de las diferentes rutas comerciales que atravesaban la ciudad, la más conocida e importante fue la Ruta de la Seda.
El río Mktvari es un protagonista en la ciudad. La erosión a su paso por la ciudad ha creado acantilados, sobre los cuales cuelgan casas que pareciera que en cualquier momento se van a venir abajo, pero no, ahí aguantan.
A diferencia de otras ciudades donde el río significa una especia de frontera, como ocurre en Budapest, el Mktvari embellece con su paso, y no marca ningún límite.
Tiflis es una ciudad segura, tanto de día como de noche, lo mismo que el resto del país. Tu única precaución tiene que ser no excederte en el consumo de kachaphuris y mantener la línea…
Fortaleza de Narikala, un imprescindible que ver en Tiflis
Esta fortaleza está situada en lo más alto de una de las colinas que vigilan la ciudad. Se encuentra en el centro de la ciudad, con la parte más antigua a sus pies. Y ahí abajo vestigios de su pasado comercial y Ruta de la Seda, la plaza de Meidan y el barrio turco de Abanotubani.
Se puede decir que la imagen de esta fortaleza, del siglo IV es la postal de la ciudad, uno de los lugares más fotografiados.
Dentro de la fortaleza está la iglesia de San Nicolás, otra de las muchas joyas de estilo ortodoxo.
Desde lo alto de la fortaleza se ve cómo se extiende la ciudad de Tiflis en una especie de estado caótico, no planificado. Colinas y colinas muestran y esconden la ciudad. Pero también se ve la parte más antigua, el río, la estatua ecuestre del Rey Vakhtang, a su lado la iglesia de Metekhi y el barrio de Avlabari.
Puedes subir hasta la fortaleza de Narikala andando, a través de las callejuelas del barrio viejo. O si cruzas hasta el parque Rike, a través del puente Metekhi, vas a llegar hasta el funicular que sube hasta lo más alto de la fortaleza a un módico precio.
A la izquierda de Narikala se encuentra la estatua de la Madre de Georgia. Un monumento de dimensiones masivas. Es un paseo bastante tranquilo y que merece la pena. Ya que desde allí puedes ir bajando por otra zona diferente al centro de la ciudad.
Esta escultura enorme, llamada Kartlis Deda se levantó en el año 1958 con motivo del 1500 aniversario de la ciudad. Trata de simbolizar el carácter georgiano, con una espada en su mano derecha, preparada para matar a sus enemigos, y con un cuenco de vino, listo para dar la bienvenida a sus amigos. Está hecha de aluminio y viste el traje tradicional georgiano.
El barrio de Abanotubani, lugar que ver en Tiflis
Debido a ese cruce de caminos, de las caravanas que viajaban de este a oeste y al revés, Tbilisi se convirtió en una de las paradas de las caravanas que llevaban mercancías exóticas de Europa a Asia y al revés.
Este cruce de caminos también resultó muy importante para atraer diferentes personas de diferentes culturas y religiones. Y en un lugar como el Cáucaso, con el imperio otomano tan cerca, era difícil que no existiera un asentamiento árabe en la ciudad.
Es el barrio de Abanotubani donde se asentaron los otomanos. Ahí se encuentra un mezquita que recuerda al imperio persa en sus azulejos azules y la forma de sus minaretes que a otras zonas musulmanas. Una mirada a Uzbequistán, otro importantísimo país dentro de la Ruta de la Seda.
En este barrio vivían turcos, y ese el el motivo por el que tradicionalmente estaba repleto de baños turcos. En los últimos años, debido al auge de la popularidad de estos, algunos se han rehabilitado.
Las bóvedas de ladrillos eran las cocinas, donde preparaban comida para los más necesitados y se distribuía de forma gratuita. Como en las mezquitas, también lo vimos en Estambul hace unos años.
Un lugar que realmente nos encantó, fue seguir el sendero del pequeño ríachuelo que atraviesa el barrio hasta el final. Aquellos ciento cincuenta metros, quizás menos, parecían llevarnos por un pueblo pequeño, terminando en una elegante cascada. Sin embargo, seguíamos en Tiflis. Sin duda, uno de los mejores lugares que ver en Tiflis.
Es muy apacible y da tranquilidad, más allá de las atascadas carreteras que atraviesan la ciudad.
Metekhi y el Rey Vakhtang
Si miras al frente, hacia el río desde la Plaza de Meidan, verás una escultura ecuestre, que pertenece al Rey Vakhtang. ¿Quién es este personaje? Ni más ni menos que el fundador de la ciudad, y por supuesto, no podía faltar su leyenda que cuenta el motivo por el que este rey eligió precisamente ese lugar para fundar Tiflis, convirtiéndose con el paso del tiempo en el centro de la cultura y economía del Cáucaso.
Esta leyenda cuenta que el rey se acercó hasta la tierra que hoy es Tbilisi para cazar con un halcón. Este pájaro fue capaz de cazar un faisán, pero tanto el halcón como el faisán cayeron al lado de unas aguas termales, y ambos pájaros murieron escaldados.
El suceso impresionó tanto al rey que decidió construir ahí una ciudad, llamándola algo parecido a Tpili, aguas calientes en georgiano. Y es que en Tbilisi hay aún aguas termales sulfurosas, las verás en el riachuelo del barrio de Abanotubani.
La Iglesia de Metekhi data del siglo XIII, y está construida en el mismo lugar donde el Rey Vakhtang levantó un santuario en el siglo V.
Catedral de Sioni de Tiflis
La Catedral de Sioni no es la que vemos desde muchos puntos de la ciudad, con una gigantesca cúpula dorada. Es es la nueva catedral, de reciente construcción.
Esta catedral no es una catedral al uso, su tamaño es más bien pequeño, y no destaca alrededor de una plaza, se encuentra en una plazoleta, bajando unas escaleras, y está rodeada por otras dos iglesias que parecen vigilarla. Curioso, ¿no?
Esta catedral se ha construido en varias ocasiones, desde el siglo VI, debido a diferentes destrucciones que ha sufrido. En su interior se haya la cruz sagrada de San Nino, hecha con ramas de vides y atadas con el cabello del santo. Motivo de culto para los georgianos.
Esta catedral da comienzo a una nueva zona peatonal. Está llena de calles y callejuelas con terrazas, bares, con los típicos balcones que se ve en cada rincón de Tiflis. Hechos de madera, adornados y pintados de diferentes colores.
Kote Abkhazi
Esta es una calle por la que tienes que pasear. Se puede decir que es ese punto de inflexión entre la ciudad vieja, y la ciudad nueva del siglo XIX, Rustaveli. Hoy una calle infestada de tráfico, donde se respira contaminación, eso sí, con edificios muy bonitos, propios de la época.
Así pues, resulta un lugar muy agradable para pasear. La presencia de la comunidad judía, a día de hoy viven en Tbilisi alrededor de tres mil, es notable en esta zona, aquí se encuentra la Gran Sinagoga.
Si buscas un patio interior con terrazas y algunos bares, no dudes en parar para tomar una cerveza georgiana y un khachapuri. Gastronomía típica y deliciosa de la ciudad.
Avlabari
Este es el barrio que se encuentra sobre los acantilados del río Mktvari, es muy tranquilo y la arquitectura llama la atención, merece la pena un paseo.
En este barrio se encuentran algunas embajadas. Los restaurantes con vistas a la fortaleza (nosotros no fuimos) tienen pinta de ser los sitios perfectos para ver un atardecer sobre la Plaza de Meidan y el fortaleza.
Caminando por este barrio, puedes encontrar restos de lo que fue la antigua muralla, o una de las antiguas murallas de la ciudad.
Plaza de Meidan, lugar imprescindible que ver en Tiflis
La Plaza de Meidan es el punto neurálgico actual de esta ciudad antigua. Bares y restaurantes pueblan los alrededores, siempre con una ambiente que no duerme, no son pocos los bares que abren 24 horas. Si quieres fiesta, esta plaza y sus calles aledañas son el lugar perfecto.
Bajo la Plaza Meidan está el antiguo Bazar Meidan, de la época de la Ruta de la Seda, mantiene una estructura abovedada con ladrillos. Hoy se venden artículos de recuerdo y artesanía típica. Se puede entrar por ambos laterales de la plaza.
La Plaza Meidan también es el principio de la ascensión hasta la fortaleza de la ciudad. Por el camino verás la Catedral armenia de San Jorge. Su cúpula cónica color verde la hace inconfundible e imperdible.
Un buen plan por los alrededores de la Plaza Meidan es perderse por la callejuelas y buscar los balcones coloridos, típicos georgianos. Disfruta de la tranquilidad, y descubre rincones que no aparecen en ninguna guía.
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Desde la Avenidad Rustaveli, al Parque Rike, pasando por el Catedral Nueva.
Cuando hablo de ciudad moderna, hablo de la época cuando Tiflis se empezó a transformar en grandes avenidas y se construyeron edificios de la Belle Epoque.
Avenida Rustaveli
Es la Avenida principal de la ciudad, la arteria por donde fluye el tráfico. Antes de continuar me gustaría decir que esta Avenida es realmente bonita, pero muy desagradable para pasear debido a la gran cantidad de polución que se respira.
El exceso de tráfico, los tubos de escapes de los vehículos que la transitan, hacen que el humo de los coches te lleguen hasta fondo de los pulmones. En cualquier caso, quisimos pasearla, aunque por desgracia, no la disfrutamos en absoluto.
La historia de su construcción se remonta al siglo XIX, época en la que la ciudad era dominada por los rusos. Más tarde Georgia se convertiría en una república soviética.
La longitud de Rustaveli es de alrededor de kilómetro y medio, y en esta distancia se concentró todo el poder de la burguesía y la riqueza de la ciudad. Hoy en día, sigue persistiendo como centro de poder y riqueza.
Comienza en una de las plazas con más historia reciente de la ciudad, la Plaza de la Libertad. Fue uno de los lugares donde mayores concentraciones de ciudadanos ha habido para mostrar el rechazo a sus gobernantes.
También está la estatua de San Jorge, el patrón de Georgia. Una estatua situada a casi cuarenta metros de altura.
Una vez superas la Plaza de la Libertad, y te metes de lleno en la Avenida Rustaveli, lugares como el Museo Nacional de Georgia, el Museo de Bellas Artes, un pequeño pulmón para la calle con el Parque 9 de Abril, la Ópera o el Museo de Arte Moderno se convierten en los lugares más bonitos.
Pero además los edificios de la época, elegantes, clásicos de estilo europeo, hay muchísima gente, y un centro comercial de marcas de lujo.
Al final de la Avenida Rustaveli hay un edificio que se puede ver desde toda la ciudad, por su altura y forma curiosa. No me gustó nada, es un edificio impersonal de cristal y poco más.
Un consejo, no intentes atravesar la calle, hay pasos subterráneos. El tráfico es intenso y muy rápido.
Parque Rike, lugar que ver en Tiflis
Este parque, paralelo al río Mktvari, es otra oda a la modernidad de cristal y forma extrañas, pero creo que en este caso, se ha adaptado mucho al entorno.
Un parque siempre es una buena noticia en la ciudad, pero si además este es muy aprovechable, la noticia no puede ser mejor. Es precisamente en lo que se ha convertido el Parque Rike. Además de un centro de encuentro, se celebran ferias, se hacen actividades de todo tipo. Nosotros pudimos disfrutar de una de sus fiestas junto con la Plaza de Europa, se celebraba el Día de Europa con varios conciertos.
Este parque tiene dos elementos que lo hacen uno de los lugares más visitados en Tiflis, el Puente de la Paz y el Edificio del Teatro y Exposiciones. Este último, no sabemos si aún está terminado o no, aparentemente por fuera sí. Preguntamos, por qué no teníamos muy claro qué era, y nos comentaron que no se había utilizado aún… Son dos formas tubulares que convergen, de nuevo mucho cristal, formando este curioso edificio.
Desde el Parque Rike puedes ver también la cúpula del Palacio Presidencial, nos recuerdó a la cúpula del Reichstag en Berlín diseñada por Norman Foster.
Desde el Parque Rike es donde puedes tomar el teleférico que te lleva hasta la Fortaleza de Narikala, si no quieres subir andando. Es una forma de disfrutar de otras vistas de la ciudad.
Nueva Catedral o Santísima Trinidad
La cúpula dorada de este edificio se ve desde cualquier parte de la ciudad, y es que su altura de más de ochenta metros del suelo, edificada sobre una colina, parece vigilar la fe de los habitantes de Tiflis.
La catedral es realmente nueva, tan nueva, que aún estando ya estrenada, no se ha finalizado. La construcción comenzó en 1995.
En el interior, todavía están pintando los frescos, de tamaños impresionantes. Y es que pintar los más de ochenta metros de altura a la manera de las iglesias ortodoxas tradicionales, no debe ser tarea sencilla.
La catedral está en un recinto enorme, su entrada, una muralla casi infranqueable, te dice lo que te vas a encontrar dentro. Todo es a lo grande, las escaleras que te llevan hasta el edificio de la catedral, las cruces ortodoxas que a cada lado, el espacio alrededor. Realmente enorme.
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La verdad que Tbilisi es una ciudad con bastante turismo, sobre todo rusos y otras nacionalidades de ex repúblicas soviéticas, así que si hay algo que no falta es el alojamiento de todo tipo, categoría y precio.
Nosotros fuimos durante la semana del 1 de Mayo, que es la fiesta nacional rusa, por lo que la ciudad, bueno todo el país, estaba lleno de rusos. Nos costó un poco encontrar un alojamiento que estuviera céntrico y que además su precio estuviera bastante bien, por algún motivo todo estaba carísimo.
Finalmente nos decidimos por el Red Fox Guest House. La verdad que está muy bien, es un alojamiento bastante nuevo, las habitaciones son normales y el los baños son compartidos. Además tiene el desayuno incluido.
La localización de Red Fox Guest House es muy buena, pues se encuentra a unos tres minutos o cuatro andando de la Plaza Meidan.
Tamara es la persona dueña del alojamiento y responsable, realmente una persona muy agradable que nos ayudó muchísimo y nos dio mucha información sobre la ciudad.
De hecho, en nuestra vuelta a Tiflis, para tomar el avión de vuelta, nos volvimos a quedar allí.
En el siguiente enlace, Red Fox Guest House, puedes ver la disponibilidad de fechas, precios y más fotos sobre este alojamiento.
También puedes ver más opciones en el siguiente enlace, Alojamiento en Tiflis.
Seguro de viaje Georgia
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