Visitar la Sala de la Verna, una cueva única

La Sala de la Verna (grotte de la Verna) es uno de los lugares más impresionantes que puedes visitar en la zona del Pirineo en Francia.

Nosotros llegamos desde San Juan de Luz hasta Lanne-en-Barétous, donde pasamos unos días con el fin de conocer esta zona de Francia.

Pues bien, de nuestro viaje por esta región de Saint-Engrace, visitar la Sala de la Verna se convirtió en la visita con mayúsculas, y es que no nos imaginábamos ni de lejos qué es lo que nos encontraríamos allí.

Con todo esto que te estoy contando te estarás preguntando por qué nos gustó tanto, qué hay allí, qué puedes ver. Te voy a poner un poco en contexto a través de algunos números, pero lo primero de todo, esta Sala de la Verna es la más grande del mundo que se puede visitar.

La Sala de la Verna en números

Como he comentado antes, la Sala de la Verna tiene unas dimensiones simplemente impresionantes. 194 metros de altura, 245 metros de ancho. En total hay 5 hectáreas de superficie, y ya para rematar los números, la cavidad tiene 3.6 millones de metros cúbicos.

Es tan grande el lugar, que hasta la guía nos contó que para hacernos una idea del volumen, si es que es posible, dentro de la Sala de la Verna caben hasta catorce catedrales de Notre Dame (ten en cuenta que estábamos en Francia).

En la Sala de la Verna, y esto ya parece como si te estuviera contando un cuento para no creer, del 3 al 5 de Marzo del año 2003, cuatro personas consiguieron volar un globo aerostático, ¿puedes imaginarlo?

Un poco de historia de la Sala de la Verna

Una de las cosas más interesantes fue el por qué del descubrimiento de la Sala de la Verna. Pues bien, el por qué se encontró este lugar, es porque se estaba buscando el origen del caudal de un río, no se entendía muy bien cómo se alimentaba.

Así que la empresa EDF encargó al hidrogeólogo Fernand Ravier que investigara de dónde podía proceder el agua. No tardó mucho en convencerse de que debían ser aguas subterráneas que debían venir del macizo Larra-Belagua.

Interior Sala de la Verna, los puntos amarillos son maniquíes tamaño real

En el año 1950 comenzaron las prospecciones junto a un grupo de espeleólogos, hasta que en el año 1953 Georges Lépineux, Daniel Eppely, Jimmy Théodor, Michel Letrône y Georges Ballandraux encontraron la Sala de la Verna. Y lo hicieron a 734 metros de profundidad desde la superficie, ahí es nada.

Durante años hubo ciertos conflictos entre Francia y España, puesto que el pozo por el que bajaban estaba en ciertas zonas en territorio francés y en otras en territorio de España, y parecía que a ninguno de los dos países les importaba mucho.

Central hidroeléctrica en la Sala de la Verna

Sin embargo, años más tarde se comenzó una nueva búsqueda de la Sala de la Verna, pero entrando por un túnel que se tardó cinco años en completar, a base de explosiones controladas, y algún que otro error en el camino.

Hoy en día, este es el túnel que se usa para llegar hasta la Sala de la Verna, setecientos metros.

Visitar la Sala de la Verna

La Sala de la Verna está llena de sorpresas, no sólo su increíble amplitud y tamaño, si no también una enorme cascada, y una pequeña central hidroeléctrica que comenzó a funcionar en el año 2008, y que abastece a más de tres mil hogares de la zona.

Vista de otra cavidad al fondo

Nuestra guía, que hablaba bastante bien castellano, nos fue mostrando y contando las diferentes historias y significados de lo que íbamos viendo. Incluso algunos detalles que pasarían desapercibidos para cualquier persona que no sea experta en cuevas, como es nuestro caso.

En la Sala de la Verna no encontrarás ni estalactitas ni estalagmitas, porque geológicamente hablando, esta sala es muy joven. Quién lo diría!!

Algo que nos pareció curioso, y que estábamos discutiendo qué era, fueron las luces que se iban moviendo al otro lado de la sala, a doscientos cincuenta y cuatro metros de distancia.

Al fondo se ve una visita deportiva

Pues bien, resulta que hay diferentes tipos de visitas a la Sala de la Verna, y una de ellas es hacer rappel por otra entrada hasta llegar a la parte más baja de la sala. Nosotros llegamos a pensar si no eran muñecos que se movían de forma automática con luces, en plan, “fijaros en las distancias”. Pero no, era gente real.

Reservar y entradas Cueva de la Verna

Son varios los tipos de visitas que se pueden realizar. La entrada al túnel que te va a llevar a la Sala de la Verna está a unos veinte minutos en un minibus desde el Centro de La Verna donde se compran las entradas. Hay parking, así que podrás dejar ahí tu coche.

Descubrimiento

Esta es la más sencilla de todas, tiene una duración de una hora, y te lleva hasta una plataforma desde donde observar la Sala de la Verna.

Exploración

Se parece bastante a la modalidad de Descubrimiento, pero además llegas hasta la mini central hidroeléctrica. La duración es alrededor de hora y media.

Exploración deportiva

Para esta modalidad, necesitarás tener conocimientos de rappel, cuerdas, etc, y es que se entra por otras cavidades, y se recorre por la parte de abajo la sala. Fue precisamente esta la modalidad que pudimos observar desde la distancia.

Puedes encontrar más información en la web de La Verna.

Cómo llegar

Cómo te he comentado antes, para llegar a la Sala de la Verna, tienes que llegar hasta el centro de La Verna donde venden las entradas.

Este lugar se encuentra en la carretera D113, en dirección a la Iglesia de Saint-Engrace, justo después de pasar por la pequeña localidad de Calla.

Verás un parking a mano izquierda un poco más elevado del nivel de la carretera, justo ahí verás un cartel que indica “Grotte de la Verna”, gira a la izquierda justo después de cartel, y ya has llegado.

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