Sin duda Tsukiji era uno de los lugares que ver en Tokio que quería visitar sí o sí. En realidad son tantos, y por eso un día nos tocó madrugar para llegar hasta esta famosa lonja de pescado.
Tsukiji no es un lugar cualquiera, es la lonja de pescado más grande del mundo y está en Tokio. Desde hace muchos años se ha vuelto un lugar muy popular para visitar.
Y son varios los motivos. Mis motivos eran ver en primera persona los atunes rojos que diariamente allí se subastan, pero por motivos lógicos, desde hace ya un tiempo no dejan que los turistas acudan a ver esas subastas, tanta gente no dejaba hacer bien su trabajo a los empleados.
Aún así, se pueden ver los atunes rojos, esas inmensas piezas de pescado, cómo las cortan para luego ser vendidas, como el ritual más sagrado del lugar.
Cómo se acercan los dueños de restaurantes en busca de las preciadas piezas que deleitarán el paladar de los más exigentes consumidores. Además del famoso atún rojo, hay decenas de especies de peces que nunca antes había visto.
Este llamado Mercado Mayorista Central Metropolitano de Tokio distribuye pescado a una población de 36 millones de habitantes. El ritmo es frenético, decenas de carretillas elevadoras circulan como autómatas por los diferentes pasillo, llevando y trayendo pescado de aquí a allí.
Una de las películas que más me inspiran sobre Tokio es Mapa de los sonidos de Tokio, de Isabel Coixet. En ella, una trabajadora del mercado de día y asesina de noche, hace sus tareas diarias por este increíble lugar. Y tal cual se muestra este increíble lugar cuando lo visitas.
Horario de visita a Tsukiji
No pudimos entrar hasta las diez de la mañana, puesto que es a esa hora cuando termina la subasta de pescado. A partir de ese momento, los empleados dan el pistoletazo de salida a las decenas de visitantes ansiosos por ver el mercado.
Oscuro, como si aún estuviera amaneciendo, con el agua como reflejo de la actividad que allí se desarrolla.
Decenas de puestos mostrando sus peces, dispuestos para un sabroso sashimi, maki, chirashi… La gastronomía de la ciudad se cuece aquí.
Si hay algo que me llamó mucho la atención fue la ausencia de olores, como si el pescado no tuviera su olor característico en este lugar. Y es que lo japoneses son cuidadosos al máximo de la higiene, tubos y más tubos de goma hacen correr el agua, así evitando el olor a fauna marina.
Disfruté tanto del lugar que no me quería ir, aún habiendo visto cada uno de los puestos, compartiendo las miradas de los trabajadores, y la complicidad de la marabunta de turistas que ahí estábamos observando lo que en breve ya no existirá. Ya que este inmenso mercado va a ser trasladado a otro lugar de la ciudad, Toyosu, en la Bahía de Tokio, aún parece ser que no hay fecha.
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Comer sashimi de atún en el mercado
Por supuesto no nos podíamos ir de aquel lugar sin probar sashimi de atún. Y a ello que fuimos, incluso antes de entrar en la lonja. Hay decenas de pequeñas izakayas en la propia lonja donde degustar estas delicias.
Tengo que reconocer que puede parece una turistada hacer esto, pero lo hicimos. Comimos sashimi de atún rojo y otros irreconocibles pescados, además de oreja de mar.
Además del delicioso sabor, prometo que nunca he comido un atún con ese sabroso sabor. Disfruté de la forma en que nos preparaban el sashimi. Con gran cuidado y destreza cortaban las piezas de pescado,
no pueden desperdiciar ese tesoro con un mal corte. Era tal la forma de trabajar que tenían que mereció la pena pagar un alto precio por disfrutar de ese espectáculo para todos los sentidos.
Templo Tsukiji Hongwani
Además de la archifamosa lonja de pescado de Tsukiji, hay cerca un templo, Tsukiji Hongwani. Es un templo budista, también conocido coo Nishi Hongwanji. Fue en el siglo XV cuando fue construido. Tiene una curiosa historia.
Pocos años más tarde de su construcción, un incendio acabó con él. Cuando los adeptos a este templo pretendieron reconstruirle, no se les concedió el permiso necesario. Sin embargo, en su empeño por la reconstrucción, lo hicieron en una parcela ganada al mar.
Algunos de los devotos que querían reconstruir este templo eran de Tsukudajima. De ahí en parte viene su nombre, ya que Tsukiji significa “tierra construida”, y de ahí viene el nombre del distrito, Tsukiji.
Este templo, a diferencia del resto, tiene aspecto hindú, más propio de ver en la India, y también tiene su motivo. En el año 1923 se produjo el Gran Terremoto Kanto, que devastó muchos edificios, entre ellos este templo.
Así que se decidió diseñar un templo con motivos hindúes. El responsable de este diseño fue el profesor de la universidad de Tokio Ito Chuta.
A nosotros nos pilló un día de lluvia, así que también, este lugar nos sirvió como lugar de descanso después de la visita a la lonja de Tsukiji.
Cómo llegar a la lonja de pescado Tsukiji
La línea de metro Hibiya (de color gris) tiene una parada llamada Tsukiji, a tan sólo dos paradas de Ginza. Cuando vayas a salir del metro, elige la salida que indica el camino hacia el Mercado Metropolitano de Tokio. Una vez fuera, tendrás que cruzar una pasarela, y en seguida verás el Templo Tsukiji Hongwani. Justo en frente es donde se empiezan a concentrar los visitantes del mercado.
Alojamiento en Tokio
Durante nuestro viaje a Japón, primero aterrizamos en Tokio, y después de la semana haciendo uso del Japan Rail Pass volvimos a Tokio hasta el final.
La semana que pasamos en Tokio nos alojamos en un apartamento que encontramos a través de Airbnb. Tengo que reconocer que nos encantó. Era un pequeño apartamento, del tamaño habitual de la ciudad, en un edificio de 13 plantas con unas vistas impresionantes.
El nuestro estaba en la planta 13 y desde la cama se veía el skyline de la ciudad.
Con el clima no tuvimos mucha suerte, tercera semana de Septiembre, llovía y estaba nublado, aún así las vistas eran espectaculares.
Está situado cerca de la parada de tren Ikejiri-oshasi. Lugar muy recomendable.
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Sin embargo, la primera noche nos alojamos en un hotel en la zona de Kodemmacho, línea gris Hibiya, a una sola parada de Akihabara. El hotel estaba muy bien, también muy recomendable, pero a mi personalmente me gustó más la experiencia de vivir en un apartamento típico tokiota. El hotel en cuestión es Hotel Horidome Villa.
Seguro de viaje Japón
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